Alimento para el alma

Tu vara y tu cayado

“Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden confianza.  Salmo 23,4

Es de maravillarse como en una sola frase puede caber todo y más. En esta tenemos dos cuadros: el cuadro de los momentos oscuros, tristes, de depresión, porque un valle es una parte baja, lejos de la montaña, y aunque de día sea hermoso, de noche puede perder toda esa belleza en la oscuridad. En su Salmo, David asegura que la vara y el cayado son las que le dan confianza. 

Su “vara” que por más que le queramos acomodar algo dulce, la vara es para darle a la oveja o a quien sea necesario y para hacer que las cosas caminen y así se entienda lo que el pastor quiere, es corrección y golpe de la vida incluido. 

Su “Cayado”.(báculo), el gran bastón con curva de gancho al final, que tiene mil funciones, hasta la de arma contra lobos y similares, pero que sostiene y define la autoridad del pastor, y en el que perfectamente cabe la cabeza de la oveja para agarrarla y arrastrarla de donde esté, incluso de lugares en los que haya podido caer, el cayado en manos del pastor logra rescatar a la oveja.  El “cayado” del Pastor, calma el corazón de la oveja al ver a su Pastor “callado”, (favor de no confundir), la corrección y la autoridad del Gran Pastor son suficientes para saber que Él está cerca, que Él sigue ahí, y que es tu pastor siempre. Que eso aumente tu fe y tu confianza. 

fuente tinvalro.macmate.me